La terapia inhalada es vía de elección principal para el tratamiento del asma y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), administrándose broncodilatadores y corticoesteroides para lograr un efecto local y un rápido inicio de acción, mientras que se minimizan la exposición sistémica y los efectos secundarios.
Existen cuatro tipos principales de dispositivos
inhaladores: los inhaladores de cartucho presurizados (ICP), los inhaladores de
vapor suave (IVS), los inhaladores de polvo seco (DPI) y los nebulizadores.
Cada uno de ellos, presentan determinadas características que deben tenerse en
cuenta para la elección del dispositivo.
La técnica de inhalación de los pacientes es fundamental
para que los ICP, los IVS y los DPI logren una deposición adecuada del fármaco
en el pulmón, lo cual puede representar un desafío para algunos pacientes.
Elegir un dispositivo que pueda satisfacer las necesidades
de cada paciente es fundamental para una terapia inhalada eficaz.


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