viernes, 17 de noviembre de 2017

¿Prescripción social? Evítese banalizar el trabajo social sanitario.

Nuestra Trabajadora Social Concepción Abreu nos pasa la siguiente e interesante entrada sobre  la Prescripción social.

 
La prescripción social al alcance de todos sin previo estudio de necesidades, equivale a prescribir un tratamiento al margen del médico. A priori el esquema es el mismo. Con frecuencia se minimiza lo social opinando y recomendando recursos comunitarios, programas, centros sociales, sin pensar los problemas añadidos que con ello se pueden generar. Problemas que se magnifican cuando la prescripción social implica, por ejemplo, acciones sobre una tercera persona que no ha dado su autorización o  no está de acuerdo. Es el caso de la hija de una señora ingresada en un centro hospitalario. Ante los evidentes signos de agobio, claudicación, estrés de la hija, el médico o el enfermero le recomienda ingresar a su madre en una residencia porque ellos mismos sufre su mal carácter. Esa misma recomendación se la pueden dar en el supermercado o en la cola del autobús pero cuando la propone un profesional el efecto siempre es mayor. Detrás de la información, derivación, por supuesto, se encuentra la buena voluntad y un interés real en ayudar a la hija pero ¿Quién ayuda a la madre? Ayudando únicamente a la hija puede perjudicarse a la madre, desproveerla de sus derechos . Si la hija decide gestionar el ingreso en la residencia por su cuenta, ¿significa que la madre deberá asumir, sin opciones, el ingreso? No todas las personas mayores se atreven a contradecir a los hijos cuando estos toman decisiones unilaterales. El ninguneo del otro, en lo social, es una forma de maltrato psicológico, poco estudiado quizás, pero cuando se decide por otro, se incurre en una negligencia profesional, al menos dentro de los valores y principios del trabajo social sanitario.
Cuando allá en el año 1910 Garnet I. Pelton señaló la necesidad de distinguir la ayuda proveniente del trabajo social, entonces hospitalario, de otros tipos de ayuda como la filantropía, la caridad, el voluntariado, los visitadores amistosos, enfatizaba en los beneficios que se alcanzaban con cada tipo de ayuda. Cada sistema obedece a finalidades distintas y, por tanto, los resultados también son distintos. Sin embargo, para evitar proyectar en otros lo que uno tiene por dentro, la metodología del trabajo social sanitario, con el diagnóstico social sanitario como centro de la acción, ayuda a las personas a ayudarse, promueve que sean ellas mismas quienes transformen sus realidades modificando sus circunstancias. Eso, ciertamente lleva tiempo, pero nunca se ha dicho que la intervención psicosocial sea rápida.
https://scetss.org/prescripcion-social-evitese-banalizar-trabajo-social-sanitario/

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