Los psicofármacos, en especial neurolépticos y
benzodiacepinas, se prescriben con mucha frecuencia en los ancianos con
demencia, con un balance de riesgo-beneficio inadmisible. Los
profesionales, los familiares y ya algunas administraciones han llamado
la atención frente al uso inapropiado de estos fármacos (sujeción
química). El tratamiento farmacológico de los síntomas psicológicos y
conductuales de la demencia debe sustentarse en un diagnóstico
sindrómico neuropsiquiátrico y debe realizarse en el contexto de unos
cuidados óptimos. Los fármacos de primera elección son los
antidepresivos (para la depresión, ansiedad e impulsividad), los
neurolépticos atípicos (para el síndrome psicótico) y las
benzodiacepinas de vida media corta (para la alteración del sueño). Los
criterios CHROME (CHemical Restraints avOidance MEthodology) ofrecen una
metodología auditable para la eliminación de las sujeciones químicas y
para una prescripción de psicofármacos de calidad.
Autores:
JAVIER OLAZARÁN (1,2) / RUBÉN MUÑIZ (2). Servicio de Neurología, HGU Gregorio Marañón. Fundación María Wolff, Madrid
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