jueves, 14 de noviembre de 2019

ACR/ARP Annual Meeting. Dosis bajas de prednisolona en pacientes con osteoartritis dolorosa de la mano.


Un trabajo de investigación encuentra que un tratamiento de seis semanas con dosis bajas de prednisolona oral mejora sustancialmente el dolor y disminuye los signos de inflamación en pacientes con osteoartritis dolorosa de las manos.

La osteoartritis (OA) es una enfermedad común de las articulaciones que, con mayor frecuencia, afecta a personas de mediana edad a mayores. Supone una importante carga de enfermedad en forma de dolor de la mano, discapacidad funcional, fuerza de agarre disminuida y una calidad de vida reducida. Si bien existen varias opciones terapéuticas para la OA manual para aliviar los síntomas, la eficacia de estos tratamientos es, en el mejor de los casos, modesta.

A la OA se la ha denominado comúnmente "desgaste" de las articulaciones, pero ahora se sabe que la OA es una enfermedad de toda la articulación, que involucra el cartílago, el revestimiento de las articulaciones (sinovio), los ligamentos y los huesos. La OA se caracteriza por la ruptura del cartílago, los cambios óseos de las articulaciones, el deterioro de los tendones y los ligamentos, y diversos grados de inflamación del revestimiento de las articulaciones.

Si bien los estudios han demostrado anteriormente que la inflamación sinovial a menudo está presente en personas con OA de la mano y es un determinante principal tanto del dolor como de la progresión de la enfermedad, todavía existe cierta incertidumbre sobre cómo tratar de manera efectiva esta inflamación. Este ensayo aleatorizado, doble ciego, controlado con placebo examinó tanto la eficacia como la seguridad para la prednisolona en dosis bajas a corto plazo utilizada para tratar la OA de la mano.

El ensayo incluyó pacientes con signos de inflamación sinovial y que cumplían con los criterios del Colegio Americano de Reumatología para la OA dolorosa en la mano. Los pacientes con cuatro o más ganglios osteoartríticos que involucran articulaciones interfalángicas, una o más articulaciones interfalángicas con inflamación de los tejidos blandos o eritema, y una o más señales de sinovitis de grado dos o más fueron elegibles. Los criterios clave de exclusión para el ensayo fueron, entre otras, pacientes que tenían enfermedades reumáticas inflamatorias crónicas, psoriasis y uso de fármacos inmunomoduladores dentro de los 90 días anteriores al dolor basal.

Los investigadores asignaron al azar a los pacientes elegibles que tenían evidencia de dolor de dedo en la escala analógica visual, y a los pacientes que presentaron exacerbación de los síntomas durante el lavado de antiinflamatorios no esteroideos, para recibir 10mg de prednisolona diariamente durante seis semanas o un placebo. Esto fue seguido por un periodo de disminución de prednisolona de dos semanas y luego seis semanas sin medicamentos. Los resultados se evaluaron a las dos, cuatro, seis, ocho y 14 semanas. El criterio de valoración principal del ensayo fue el dolor de dedo en escala analógica visual en la sexta semana en el análisis por intención de tratar. Los puntos finales de imagen para el ensayo incluyeron evidencia de sinovitis por ultrasonido y por señal Doppler de potencia.

Noventa y dos personas fueron inscritas y completaron la prueba 84, 42 en cada grupo. En la semana seis, 33 pacientes en el grupo de prednisolona y 15 en el grupo de placebo cumplieron con los criterios de respuesta primaria especificados y la prednisolona fue superior al placebo en la mayoría de los puntos finales clínicos secundarios. Además, la sinovitis por ultrasonido mejoró significativamente en la semana seis en el grupo de prednisolona y no hubo diferencias en las ecografías obtenidas por señal Doppler de potencia. Después de la disminución del medicamento, las diferencias entre grupos desaparecieron. Los eventos adversos fueron en su mayoría leves para los pacientes en el estudio, y comparables entre los dos grupos.

Se observaron, por tanto, mejoras sustanciales en el dolor y la función, superando los efectos de las terapias disponibles actualmente. En consecuencia, y según los autores del estudio, un ciclo corto de 10mg de prednisolona podría considerarse una nueva opción de tratamiento para las personas que padecen artrosis de manos, especialmente aquellas que experimentan un brote sintomático. Cabe tener en cuenta, por otro lado, que los pacientes incluidos en el estudio experimentaron vuelta del dolor y signos de inflamación después de la retirada de los medicamentos, por lo que la cuestión no está resuelta y son necesarios estudios futuros para investigar la dosis óptima y la duración del tratamiento. Lo que sí proporciona este ensayo a día de hoy es evidencia de que la inflamación local es un objetivo adecuado para el tratamiento farmacológico en la OA manual.

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