Fuente: http://pediamecum.es/
La revista Pharmacy & Therapeutic ha descrito recientemente
la muerte de una niña de 12 años a los cuatro días de tratamiento con
azitromicina, prescrita para tratar una otitis bilateral y una
sinusitis.
Tanto el médico como el farmacéutico desconocían que la niña estaba
diagnosticada de un síndrome congénito de QT largo. Ante la alarma
suscitada (que sigue a un comunicado de la FDA en 2013), el Comite de
Medicamentos de AEP ha emitido un informe técnico.
Según el Comité, es importante transmitir un mensaje de tranquilidad a
todos los facultativos que prescriben azitromicina a niños. “Las
patologías que, según la FDA, podrían aumentar el riesgo de desarrollar
una arritmia grave son muy infrecuentes en la población pediátrica. Por
ello, no parece indicado ni apropiado, en ningún caso, la realización
previa de electrocardiogramas en niños para detectar alteraciones del
intervalo QT antes de plantear un tratamiento con azitromicina, que se
debe seguir utilizando con las mismas indicaciones y dosis que las
reflejadas en su ficha técnica autorizada y en nuestro Pediamécum, y con las mismas precauciones que ya estaban previamente descritas en nuestro país en todos los macrólidos”.
Así mismo, y aunque el desarrollo de arritmias es poco frecuente en población pediátrica, el CM-AEP resalta la importancia de
conocer la historia clínica del paciente, referida tanto a antecedentes
patológicos como al tratamiento concomitante, y considerar otro
antibiótico alternativo a los macrólidos en niños con prolongación del
intervalo QT documentada o congénita.
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