Todas las personas con factores de riesgo de hepatitis C deben
someterse a una prueba serológica de detección de anticuerpos
anti-hepatitis C.
Una prueba de detección positiva debe ser seguida por una prueba de ARN de la hepatitis C para confirmar el diagnóstico. Luego se determinará el genotipo de la hepatitis C y la carga viral.
La
gravedad de la fibrosis debe evaluarse mediante la evaluación clínica y
de laboratorio y el uso de puntuaciones séricas no invasivas. La elastografía transitoria es particularmente recomendada cuando las puntuaciones de suero no excluyen claramente la cirrosis. Los pacientes con una alta probabilidad de cirrosis deben ser manejados en un entorno especializado.
Los pacientes con hepatitis C crónica deben ser tratados con antivirales de acción directa por vía oral. El régimen de tratamiento y la duración deben seleccionarse según el
genotipo de la hepatitis C, la carga viral, la experiencia previa en el
tratamiento y la presencia o ausencia de cirrosis.
La adherencia al régimen antiviral es esencial. Para
establecer si el tratamiento fue exitoso, los pacientes deben someterse
a una prueba de ARN de la hepatitis C 12 semanas después de completar
el tratamiento.
https://www.nps.org.au/australian-prescriber/articles/managing-hepatitis-c-in-general-practice
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