Algunos mensajes importantes al respecto son:
1. En los últimos años en España ha aumentado de manera notable y constante el consumo de estatinas.
2.
La utilización de estatinas en ancianos debe ser extremadamente
prudente; faltan datos que aseguren un beneficio claro y las reacciones
adversas son más frecuentes en este grupo de edad.
3.
Miopatía, aumento de la incidencia de diabetes, insuficiencia renal,
cataratas, deterioro cognitivo y alteración de la función hepática son
efectos adversos asociados al uso de estatinas.
4.
Además de los efectos adversos de las estatinas no podemos obviar que
también interaccionan con otros medicamentos y en algunos casos de forma
problemática
5.
En agosto de 2001 se produjo la retirada de la cerivastatina en todo el
mundo, debido al riesgo de rabdomiólisis sobre todo administrado
simultáneamente con gemfibrozilo, consecuencia esta del resultado de una
compleja interacción entre aspectos científicos, reguladores y
mediáticos.
6.
La modificación de hábitos de vida es la base de la prevención
cardiovascular por lo que conseguir que el paciente individual tenga una
forma de vida saludable es un objetivo irrenunciable.
En
el difuso grupo de pacientes intolerantes a estatinas recientemente han
aparecido nuevas opciones terapéuticas, los antiPCSK9, pero esto da para
hablar largo y tendido por lo que lo trataremos en otro post.
Mientras tanto el mensaje de siempre, uso adecuado, racional, prudente o como queráis llamarlo de medicamentos.
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