Uno de los aspectos de seguridad
de los medicamentos biosimilares más cuestionados por los clínicos es su
potencial inmunogenicidad. Las limitaciones en el proceso de producción
de los medicamentos biotecnológicos que impiden obtener un producto
idéntico al de referencia, han sido utilizadas para sembrar dudas sobre
la comparabilidad de los medicamentos biosimilares en cuanto a su
potencial inmunógeno.
La capacidad para inducir
respuesta inmune o inmunogenicidad es inherente a cualquier medicamento
biológico sea biosimilar o no. Los anticuerpos producidos frente a un
fármaco pueden neutralizar su acción y reducir su eficacia o provocar
reacciones de hipersensibilidad que afecten a su seguridad. Pero también
puede ocurrir que la respuesta inmunológica frente al fármaco no tenga
ninguna consecuencia clínica.
La inmunogenicidad depende de
varios factores como son las características moleculares del principio
activo, el proceso de fabricación y formulación, la susceptibilidad
individual del paciente o el régimen terapéutico (vía de administración,
tratamiento concomitante, etc.). Por tanto, es difícil de predecir
mediante estudios preclínicos (in vitro o in vivo); son los estudios clínicos los que proporcionan la información más relevante sobre este tipo de respuestas.
El estudio en fase III
que compara la eficacia y seguridad de etanercept biosimilar con el de
referencia en pacientes con artritis reumatoide, pone de manifiesto que
la inmunogenicidad del biosimilar incluso puede ser menor que la del de
referencia. En este estudio la incidencia de pacientes que
desarrollaron anticuerpos anti-etanercept a lo largo de 24 semanas fue
significativamente más baja con el biosimilar que con el de referencia 2
vs 39 pacientes (0,7% vs 13,1%). Durante el periodo de estudio no se
detectaron consecuencias clínicas derivadas de este hallazgo; solo en un
paciente tratado con etanercept de referencia se identificaron
anticuerpos neutralizantes.
El laboratorio que comercializa el Embrel® no está de acuerdo con estos resultados (Marshall et al). Aspectos como la forma en que se han titulado los anticuerpos y los puntos de corte utilizados han sido cuestionados por Moots et al y argumentados por los autores del estudio (Emery et al).
Cuantificar la inmunogenicidad de
un fármaco y sus consecuencias es muy complejo, porque como ya se ha
mencionado, numerosos factores intervienen en la respuesta inmune. La
EMA dispone de guías que orientan de cómo se debe evaluar la posible
inmunogenicidad de las proteínas terapéuticas obtenidas por
biotecnología, que incluye los biosimilares. Los requisitos para cada
biosimilar se detallan en las directrices específicas por producto.
Además, cada medicamento nuevo biológico es sometido a un plan de
gestión de riesgos post-autorización para vigilar y revisar todas las
reacciones inmunológicas registradas (ver Ojo de Markov “Medicamentos biosimilares, despejando dudas”).
Los profesionales que utilizan
fármacos biológicos deben tener presente que su uso continuado puede
inducir respuestas de tipo inmune y comprometer la eficacia y seguridad
del tratamiento. Esta característica es común a todos los fármacos
biológicos, sean o no biosimilares.
Autora: Belén Calabozo
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