Victoria Ramos de la Rosa R1 MFyC CS Ofra Delicias comenta este artículo de la revista FMC
Los malos tratos en
ancianos son un problema de salud infradiagnosticado que se entiende por un
acto único o repetido que causa daño/angustia u omisión de cuidados dentro de
una relación con expectativas de confianza por parte de una persona mayor. Se distinguen malos tratos físicos, sexuales,
psicológicos/emocionales, económicos/materiales y por negligencia o abandono.
¿Cómo
detectarlos? La colaboración con otros
profesionales sanitarios es clave, especialmente con
trabajo social, pues permiten la adecuación de recursos sociales y facilitan la
continuidad asistencial.
La historia clínica es la piedra angular en la detección de malos
tratos en ancianos: se han identificado indicadores de sospecha para los
diferentes tipos de malos tratos, factores de riesgo asociados a la víctima y
al responsable de malos tratos en ancianos.
No hay evidencia suficiente a favor de utilizar una u otra
herramienta de cribado de malos tratos de forma sistemática en la población
general.
Se recomienda el cribado de malos tratos en pacientes ancianos
identificados como de alto riesgo según los indicadores de sospecha tantos
físicos, como sexuales, psicológicos, económicos y/o negligentes, o mediante
herramientas como el Vulnerability Risk Index
(VRI), el cual consta de 9 ítems: edad
> 80 años, sexo femenino, raza negra, renta baja, comorbilidad > 3,
deterioro cognitivo, incapacidad para levantarse de la silla, depresión y
aislamiento social.
También se recomienda el cuestionario de la American Medical
Association y la Canadian Task Force, Índice de sospecha de maltrato (EASI) o Elder Abuse Assessment Instrument (EAI) si hay deterioro cognitivo.
El cuestionario EASI es el más recomendado en nuestro medio por su
brevedad y versatilidad.
Ante un probable caso de malos tratos es necesario tratar de
confirmarlo, tomar una serie de medidas médico-legales y sociales así como
tener un plan de seguimiento.
La sensibilización, formación, protocolización de la actuación y
colaboración entre profesionales sociosanitarios es clave para optimizar la
detección y abordaje de malos tratos en ancianos.
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