- No existen diferencias de eficacia clínica sustanciales entre los
ISRS frente a los antidepresivos desarrollados con posterioridad, por
lo que la selección se establece en función de la seguridad, coste y
preferencias del paciente.
- Ante una respuesta insatisfactoria al tratamiento con un ISRS,
las estrategias farmacológicas a seguir secuencialmente son: vigilar el
cumplimiento, la optimización de la dosis y la sustitución por otro
antidepresivo (inicialmente otro ISRS).
- Antes de instaurar un tratamiento antidepresivo hay que tener en
cuenta las comorbilidades y situaciones especiales del paciente, para
seleccionar el tratamiento, en función de la seguridad (reacciones
adversas e interacciones).
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