viernes, 30 de septiembre de 2016

No gracias. La guerra de las estatinas se recrudece: sin más transparencia todos perdemos.

http://www.nogracias.eu/2016/09/29/la-guerra-de-las-estatinas-se-recrudece-sin-mas-transparencia-todos-perdemos/ 
Ayer se publicó un texto en The Conversation haciendo un balance de la llamada “guerra de las estatinas”. La esencia del debate es, recordamos: ¿tienen las estatinas más riesgos que beneficios cuando se utilizan ampliamente en la población general como recomiendan algunas guías?
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La polémica comenzó cuando en el año 2013 el British Medical Journal publicó dos artículos afirmando que los efectos secundarios de las estatinas eran mucho más altos que los señalados por los ensayos clínicos.
A principios de 2014, Rory Collins, profesor de medicina y epidemiología de la Universidad de Oxford y un líder en la investigación con estatinas, devolvió el golpe. Describió los dos artículos del BMJ como engañosos al señalar ambos sin matices que los efectos secundarios de las estatinas ocurrían en el 18-20% of las personas -un dato de un estudio observacional y, por tanto, con bajo grado de evidencia- y exigió su retirada.
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El BMJ solicitó que una comisión independiente evaluara si este error era suficientemente importante como para retirar los dos artículos; la comisión concluyó que simplemente había que matizar la afirmación y que las dudas sobre los efectos secundarios de las estatinas eran razonables.
La virulencia del ataque contra el BMJ fue interpretada por muchos (aquí el Editorial de NoGracias firmado por Juan Gérvas) como un intento de debilitar a la revista científica que con más valentía se está enfrentando al sesgo sistemático que los intereses comerciales están introduciendo en la ciencia biomédica y la práctica clínica.
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Este mes, The Lancet ha publicado una revisión sobre los efectos secundarios de las estatinas firmada por Rory Collins que pretende ser definitiva y que ha recrudecido la llamada “guerra de las estatinas”. Entre sus conclusiones un ataque al BMJ (algo inédito en publicaciones científicas):
“Es, por lo tanto, preocupante que las exageraciones sobre las tasas de efectos secundarios de las estatinas puedan ser responsables de su infrautilización entre los individuos con mayor riesgo de eventos cardiovasculares. En efecto, mientras que los casos de miopatía y los síntomas musculares son raros y se resuelven rápidamente cuando se interrumpe el tratamiento, las isquemias coronarias o los accidentes cerebrovasculares que pueden ocurrir si el tratamiento con estatinas se detiene innecesariamente, pueden ser devastadores”

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