Se trata de un estudio retrospectivo cuyo objetivo es analizar la
evolución de la presentación del síndrome de Brugada desde el primer
individuo diagnosticado en 1986 hasta la actualidad.
Con el fin de valorar los cambios, se segmento la serie de pacientes en
dos grupos (grupo precoz versus tardío) en relación al documento de
consenso publicado en 2002 (Willde AA et al, Circulation 2002).
Se incluyeron 447 probandos (primer individuo diagnosticado de cada
familia). 165 probandos en primer grupo y 282 probandos en el segundo
grupo. Entre los resultados más destacados podemos resaltar que la
muerte súbita como primera manifestación fue significativamente más
frecuente en el primer grupo que en el segundo. La mitad de los
pacientes del primer grupo presentaban un patrón tipo 1 espontáneo,
caracterizado por una elevación descendente del segmento ST ≥ 2 mm en
más de una derivación precordial derecha (V1-V3), seguida de ondas T
negativas. Solamente un cuarto de los del segundo grupo presentaban un
patrón tipo 1 espontáneo. Los pacientes del primer grupo fueron más
fácilmente inducibles (fibrillation ventricular) durante el estudio
electrofisiológico que los del segundo y esta diferencia fue también
significativa. Los pacientes del primer grupo presentaron más eventos
(arritmias ventriculares y muerte súbita) en el seguimiento (19%) que
los del segundo (5%). Los predictores de eventos en todo el conjunto
fueron antecedente de muerte súbita e inducibilidad. En el segundo
grupo, la inducibilidad durante el estudio electrofisiológico no fue un
predictor de eventos.
En resumen, el síndrome de Brugada ha cambiado su presentación y su
pronóstico en los últimos años. Inicialmente se trataba de pacientes que
llegaban al hospital tras haber presentado una muerte súbita y tenían
una probabilidad alta de volver a presentar una recidiva de arritmias
ventriculares o muerte súbita en el seguimiento. Actualmente, los
pacientes diagnosticados en su mayor parte son asintomáticos y la
probabilidad de tener nuevos eventos es significativamente más baja.
Futuros estudios aclararán el valor del estudio electrofisiológico para
estratificar el riesgo de arritmias ventriculares en pacientes que son
actualmente diagnosticados de síndrome de Brugada.
Referencias:
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